viernes, 15 de mayo de 2020

En la foto con el ex presidente Raúl Alfonsín

FRANCISCO “PAJARITO” SCALERCIO
SINTESIS BIOGRAFICA ESCRITA POR A. GOMEZ JOFRE, EDITOR DE LA REVISTA RUMBO Y CREADOR DE LA INSTITUCIÓN “RICARDO GUIRALDES” DE ITUZAINGÓ.

                 Voy a desgranar recuerdos del Ituzaingó de ayer, porque creo que los reconocimientos se deben hacer en vida y los homenajes cuando son parte de la historia.
             Hoy es la figura de don Francisco “pajarito” Scalercio que nació en la Capital Federal un 9 de julio de 1905, fueron sus padres don Agustín Scalercio y doña Dina Mosquera. Este hombre que nos ocupa la atención, hizo de chico todos los trabajos que su corta edad le permitía. A los 22 años , como el trabajo escaseaba y la crisis se avecinaba sobre el país, se incorporó a la Policía Federal como agente, que por aquellos años no era difícil tomar el uniforme que los acompaño 28 años de su vida, donde fue distinguido por sus camaradas como un buen compañero. Entre tanto había conocido a Lucía, una agraciada muchacha que desposa y ya con 4 hijas se radica en Ituzaingó, pueblo que despacio se iba formando sobre calles de tierra y sobre un terreno con sacrificio sudor y lágrimas va levantando de a poco una precaria vivienda. Siempre haciendo malabares con el placo sueldo de vigilante, pero era tozudo y responsable y a medida que se agrandaba la familia, en sus horas libres hacía changas, cazaba toda clase de pájaros que vendía para estirara los pesos; su compañera se convertía en una verdadera ecónoma. Despacio, pero sin pausas, el fue agrandando de a pedazos su modesta vivienda donde cobijaron a 6 hijas y el regalón de la familia que nació en 1945 y como es lógico, llevó el nombre del padre Francisco “Panchito”.
             Como he apuntado más arriba después de servir en las Comisarías 43 y 44 ya retirado sigue con las changas, es apuntador clasificador en remates de regazos e industrias, pintor de brocha gorda y en todas las tareas donde pudiera ganar un peso para arrimar a la casa.
            “Pajarito”, como se lo conoce y aprecia, llegó en 1935; ha superado los 60 años de convivencia pueblerina donde siempre sembró amistad y recogió afectos por todo el bien que repartió. En su larga vida muchas  veces entregando lo poco que él tenía.
Esto lo fue aquerenciando en Ituzaingó y su gente.
“Pajarito” padre, abuelo, bisabuelo y tatarabuelo de una progenie que con esfuerzo y trabajo fueron escalando una posición razonable en una familia unida. Pero don Francisco no pudo escapar a lo inevitable. En 1989 un golpe del que no ha podido desprenderse, saca de su lado a su compañera quien compartió juventud y el paso imparable de los años que los vio siempre juntos en la casa de la calle Laprida. Doña Lucía fue sostén y guía de don Francisco por más de seis décadas.
             “Pajarito” Scalercio, feminista y político, que mucho tuvo que ver con la autonomía. Porque serenados los impulsos que en 1947 generó el doctor Idelico Gelpi despertando en la población de Ituzaingó la idea de ser independiente con municipio propio y otros intentos esporádicos que se malograron ante las autoridades de la Provincia de Buenos Aires se hizo un impase. Pero este caminante empedernido desempolvo la idea de conseguir la ansiada Autonomía y en 1984 invita a vecinos que atesoraban las mismas inquietudes y comienza la maratónica tramitación que con algunos relevos en la conducción de APAI sigla de Asociación Pro Autonomía de Ituzaingó, se llega el 28 de diciembre de 1994 a tener nuestro propio municipio.
        En lo político “Pajarito” Scalercio fue tres veces candidato a Concejal y una vez postulado para Presidente del Club Comité, pero como en política nunca se sabe. Distintos factores hicieron naufragar esas justas aspiraciones que le sirvieron para  retemplar sus fuerzas. Hoy a los 94 años sigue haciendo gala de su vitalidad, baila en reuniones, conserva una memoria envidiable, recibió la medalla otorgada por el Comité Radical de la provincia de Buenos Aires por superar los 50 años de militancia partidaria y si le faltaba el mejor premio tan difícil de conseguir, es el cariño de la gente cuando simplemente lo llama “Pajarito” y hasta le han dedicado un tango.
             Así se ha mostrado parte de la vida de un vecino de Ituzaingó que vi por las calles de Versalles cabalgando, vestido de policía. Cuando los dos éramos jóvenes.